Lo mejor!!!

Cargando...

Servicio de búsqueda personalizada

Búsqueda personalizada

Más obras Literarias de Daniel Galatro

¿Quién era Lázaro de Betania?


La primera y principal fuente de información que tenemos de Lázaro es el Evangelio.
Vive en Betania a corta distancia de Jerusalén, en lo que a mí me gusta llamar una zona residencial. Su casa es también la casa de Marta y de María sus hermanas. Y hasta da la sensación por el relato evangélico que no es él quien lleva la voz cantante en la mansión. Parece que es Marta la que maneja el cotarro diario.

Alguien ha atribuido a la mala salud de Lázaro este hecho ciertamente poco frecuente en una sociedad en la que la mujer pintaba poco o, al menos, no tenía mucho que decir. Tampoco quiero afirmar que esta suposición esté avalada por el relato, ya que bien podría suceder que la diferencia de edades entre ellos fuera un dato a favor de la preeminencia de Marta que quizá debió hacerse cargo de la casa a la muerte de sus padres de quienes, por otra parte, no tenemos ni la más mínima referencia.

El caso es que Jesucristo visitaba con frecuencia esa casa bien cuando pasaba de un lado a otro en sus andanzas apostólicas o cuando necesitaba un refugio de reposo para dar descanso a su cuerpo cansado. Allí se encontraba a gusto. Era una familia encantadora. Con ellos no había secretos. Esperaban la llegada de la Salvación que Dios había prometido desde antiguo y que sospechaban inminente. Reinaba la confianza y lo mismo que abrigaban a Jesús peregrino se hacían merecedores de la entrega de Jesús.




Un día enfermó Lázaro, no hubo remedio entre los que suelen aplicarse que solucionara su mal y murió. Por más que enviaron recado a Jesús, Él llegó a Betania cuando ya llevaba cuatro días enterrado. Acompañado de las hermanas, rodeado de sus discípulos, contemplado por los apesadumbrados amigos que acompañaban a las hermanas aliviando su dolor, ante el sepulcro sucede un hecho espectacular: Jesús se emociona profundamente y llora sin tapujos por el amigo muerto. Reza y da una voz imperiosa: "¡Lázaro, sal fuera!", y el muerto de cuatro días que ya estaba hediondo sale del sepulcro; así, vive.  
Luego suceden las cosas con rapidez. Los jefes del pueblo que ya tenían entre ojos a Jesús, al comprobar que es imposible ocultar lo evidente, que la gente —entre curiosa y asombrada— se desplaza a Betania para ver vivo al que habían enterrado bien muerto días atrás, que las voces son un continuo transmisor imparable del hecho y que les dejan solos, deciden acelerar la muerte de Jesús e incluyen a Lázaro en sus planes de exterminio.
 
San Lázaro es recordado por los feligreses católicos cada 29 de Julio.


Fuente: Archidiócesis de Madrid

Lo nuevo en Mercado Libre

GRACOP Artes Gráficas

GRACOP Artes Gráficas
Tus socios creativos

¿Cómo puedes vender y cobrar por Internet?

Dineromail, para enviar y recibir dinero via e-mail